Esta tarta fue muy complicada para mí, pero la hice con muchas ganas e ilusión.
Era mi cuarta tarta de Pocoyó (y la última por ahora), y se me ocurrió ambientarla en un circo, muy propio para un niño tan risueño y simpático como Martín, que además es un poquito “payasito”, jeje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario